¿Su hijo tiene mucha energía? Haga este test para descubrirlo

¿Vive con un terremoto? ¿Su hijo tiene demasiada energía?

Como padre, es agotador, a la vez que frustrante, convivir con un hijo que no para quieto.

Más cuando este comportamiento afecta al resto de la familia. ¿Cómo saber si la cantidad de energía de su hijo es normal o no? Todos los niños son ágiles y energéticos, por lo tanto, ¿cómo saber si nuestro hijo tiene más energía de lo normal?
A través de este test podrá descubrirlo.

¿Cuáles de las siguientes afirmaciones se corresponden con su hijo?

Corre siempre, en todas partes. Es más, corre como si existiera una línea de meta imaginaria.
Ha averiguado cómo evitar todas las medidas de seguridad que usted puso en su momento, como tapas para los enchufes o cerraduras de seguridad.
Utiliza el mobiliario como si estuviera en una mezcla de selva y gimnasio. Escalar por las estanterías o cualquier otro mueble alto no supone ningún problema para él, ya que su hijo cree que es un Guerrero Ninja.
Es ruidoso. Llevar tapones para los oídos se ha convertido en algo imprescindible si quiere proteger su audición. No puede evitar sentir pena y empatía hacia sus vecinos.
Cuando detecta un conjunto de cazuelas y cacerolas, es el momento de comenzar a hacer “música”
Cuando están en un supermercado, usa los pasillos como si fuera una pista de patinaje particular.
Es la persona más impaciente que conoce y se niega a esperar su turno, sea para lo que sea.
Tiene unas rabietas tan terribles que incluso ha llegado a avergonzarse ante terceros.
Ir de viaje en avión con su hijo supone una amenaza para la seguridad nacional.
No llevar un ritmo regular en las comidas le produce un efecto negativo, alterando su carácter.
No es capaz de estar quieto o para cuando le pide que lo haga.
No puede dormir durante la noche.
Suele ser muy dominante cuando juega con otros niños.
Muestra dificultades para mantener los amigos.
Es un niño muy seguro, e incluso algunas personas pueden llegar a afirmar que es arrogante.
Siempre aparenta estar impaciente e intranquilo.
Es incapaz de estar en un mismo sitio más de un minuto.
Se aburre con facilidad, y le gusta pasar de una actividad a otra continuamente, dejándole a usted con la tarea de ordenar los restos de las actividades que empieza y no termina.
Nunca para de hablar. Le interrumpe o habla por encima de usted. En el colegio, suele responder a las preguntas incluso cuando se le ha marcado que debe levantar la mano antes de hablar o esperar su turno.
Puede conseguir logros increíbles, pero cuando fracasa, el mundo parece venirse abajo.

Este test tiene un carácter claramente irónico, pero si se siente identificado con el fondo de estas afirmaciones, es probable que se sienta desbordado.

La cuestión con los niños muy energéticos, es que su excesivo entusiasmo depende de la visión subjetiva de sus padres. Seguramente usted percibirá y sentirá el comportamiento bullicioso y alborotado de su hijo de una manera distinta a como lo harán terceras personas. Al comparar el rendimiento académico de su hijo con el de los otros niños, ¿Cómo le va en el colegio? Si el comportamiento de su hijo no es problema ni para él ni para sus compañeros, quizá sea tan sólo un comportamiento normal en esa etapa de su desarrollo. Si aun así siente que tiene dudas, sería positivo hablar sobre la energía de su hijo con su profesora o con algún profesional médico.

Creado por Tom Vermeersch

Tom Vermeersch es psicólogo titulado y experto en Flores de Bach con más de 30 años de experiencia.

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Corre siempre, en todas partes. Es más, corre como si existiera una línea de meta imaginaria.
Ha averiguado cómo evitar todas las medidas de seguridad que usted puso en su momento, como tapas para los enchufes o cerraduras de seguridad.
Utiliza el mobiliario como si estuviera en una mezcla de selva y gimnasio. Escalar por las estanterías o cualquier otro mueble alto no supone ningún problema para él, ya que su hijo cree que es un Guerrero Ninja.
Es ruidoso. Llevar tapones para los oídos se ha convertido en algo imprescindible si quiere proteger su audición. No puede evitar sentir pena y empatía hacia sus vecinos.
Cuando detecta un conjunto de cazuelas y cacerolas, es el momento de comenzar a hacer “música”
Cuando están en un supermercado, usa los pasillos como si fuera una pista de patinaje particular.
Es la persona más impaciente que conoce y se niega a esperar su turno, sea para lo que sea.
Tiene unas rabietas tan terribles que incluso ha llegado a avergonzarse ante terceros.
Ir de viaje en avión con su hijo supone una amenaza para la seguridad nacional.
No llevar un ritmo regular en las comidas le produce un efecto negativo, alterando su carácter.
No es capaz de estar quieto o para cuando le pide que lo haga.
No puede dormir durante la noche.
Suele ser muy dominante cuando juega con otros niños.
Muestra dificultades para mantener los amigos.
Es un niño muy seguro, e incluso algunas personas pueden llegar a afirmar que es arrogante.
Siempre aparenta estar impaciente e intranquilo.
Es incapaz de estar en un mismo sitio más de un minuto.
Se aburre con facilidad, y le gusta pasar de una actividad a otra continuamente, dejándole a usted con la tarea de ordenar los restos de las actividades que empieza y no termina.
Nunca para de hablar. Le interrumpe o habla por encima de usted. En el colegio, suele responder a las preguntas incluso cuando se le ha marcado que debe levantar la mano antes de hablar o esperar su turno.
Puede conseguir logros increíbles, pero cuando fracasa, el mundo parece venirse abajo.

Este test tiene un carácter claramente irónico, pero si se siente identificado con el fondo de estas afirmaciones, es probable que se sienta desbordado.